¿Realmente las truchas son capaces de oír?
El oido de as truchas es muy sensible a los sonidos que se producen en el agua, pero no a los sonidos que se producen en el aire. Según los biólogos, el oído de la trucha, es en realidad un oído interno y aparte poseen una línea lateral que también puede detectar el sonido.
Al tener una trucha la misma densidad que el agua, las ondas de sonido pasan a través de su cuerpo. El oído de la trucha, es decir, su oído interno, muy diminuto, contiene huesos calcificados llamados ‘otolitos’ o ‘huesos del oído’ en cavidades cercanas a la mitad del cerebro.
Cuando una onda de sonido atraviesa el cuerpo, los otolitos, que son más densos que el agua, se mueven y desplazan las células sensibles que hay en el oído interno, lo que se interpreta como sonido.
La anatomía del oído de las truchas
El oído de las truchas es un órgano sensorial esencial que les permite percibir el mundo acuático que las rodea.
Aunque su oído no es tan complejo como el de los mamíferos, está perfectamente adaptado a su entorno acuático. Consiste en varios componentes clave.
Oído Interno
El oído interno de las truchas consta de tres partes principales: el utrículo, el sáculo y el lagena. Estas estructuras están llenas de fluido y contienen pequeños cristales de otolitos, que son esenciales para la detección de sonido y vibraciones.
Órganos Auditivos
En el oído interno, las truchas tienen órganos auditivos altamente sensibles llamados células ciliadas. Estas células están diseñadas para detectar las vibraciones en el agua y convertirlas en señales nerviosas que se transmiten al cerebro.
Línea Lateral
La línea lateral es otro sistema sensorial clave de las truchas que les permite percibir las corrientes y movimientos en el agua. Consiste en pequeños canales llenos de fluido y células sensoriales que detectan cambios en la presión del agua y las vibraciones.
La línea lateral
Este es un órgano que lo tienen casi todos los peces, con él son capaces de detectar los cambios de presión en el agua que les rodea. El modo en como actúa esta línea lateral, se podría comparar a lo que utilizan los murciélagos con las ondas sonoras.
A través de la línea lateral, la trucha es capaz de captar todo tipo de ondas trasmitidas a través del agua, incluyendo el sonido como si de un radar se tratara.
Importancia del oído en la vida de las truchas
El sistema auditivo de las truchas es crucial para su supervivencia y comportamiento diario. Aquí hay algunas de las formas en que el oído desempeña un papel fundamental en la vida de estos peces:
Detección de Presas
Las truchas utilizan su agudo sentido del oído para detectar las vibraciones de presas potenciales, como insectos, crustáceos y otros peces. Esto les permite cazar de manera efectiva y capturar comida.
Navegación
El sistema auditivo de las truchas les ayuda a navegar en su entorno acuático. Pueden detectar corrientes, cambios en la presión del agua y obstáculos, lo que les permite moverse con agilidad y evitar depredadores.
Comunicación
Aunque las truchas no son conocidas por ser animales sociales, pueden comunicarse entre sí a través de sonidos y vibraciones. Esto puede ser importante durante la época de reproducción y en situaciones de competencia por el territorio.
Alerta de Peligro
El oído también desempeña un papel crucial en la detección de posibles amenazas, como depredadores. Las truchas pueden sentir las vibraciones creadas por un depredador en busca de una comida fácil y reaccionar rápidamente para escapar.
¿Entonces, pueden oírnos las truchas cuando vamos andando por el río?
Cuando vamos andando por el río, el oído de la trucha detecta el crujido de la grava bajo una bota de vadeo en las aguas poco profundas, el sonido viaja más de cuatro veces más rápido en el agua que en el aire.
En el agua, los sonidos se propagan con mayor rapidez y menor pérdida de energía que en el aire.
Las ondas sonoras y ultra-sonoras se transmiten en el mar a una velocidad entre 1400 y 1600 metros por segundo, mientras que en la atmósfera la velocidad de propagación del sonido es de 340 metros por segundo.
En agua salada, el sonido viaja a aproximadamente a 1500 m/s y en agua dulce a 1435 m/s. Estas velocidades varían principalmente según la presión, la temperatura y la salinidad.
Aún así, nadie ha dicho que los sonidos en el aire son estrictamente imposibles de escuchar para los peces.
Tendríamos que gritar justo en la superficie del agua para crear una onda de sonido que pudiera ser detectada por una trucha cercana.
Hay que ser sigilosos
Pero dentro del agua si nos oyen, o nos sienten, haz la prueba, cuando estés cerca de una trucha, da un «pisotón fuerte» en el lecho del río, o coge un palo relativamente grueso y golpea en el fondo del río con él, a ver que pasa.
Por eso el buen pescador de mosca, que va pescando por dentro del río la mayor parte del tiempo, suele ser sigiloso, sobre todo cuando se esta acercando a la postura de la trucha para lanzarle.
A pesar de su impresionante sistema auditivo, las truchas enfrentan varios desafíos en su entorno. La contaminación del agua, el ruido de las embarcaciones y la degradación del hábitat pueden afectar negativamente su capacidad para percibir el mundo acuático que las rodea. Estos factores pueden dificultar la caza, la reproducción y la supervivencia de las truchas.
El oído de las truchas es un ejemplo impresionante de adaptación a su entorno acuático. Este sistema auditivo altamente especializado les permite navegar, cazar y comunicarse en el mundo subacuático de manera efectiva. Proteger los hábitats de las truchas y reducir la contaminación del agua son esenciales para preservar esta maravilla de la naturaleza y garantizar la supervivencia de estas hermosas criaturas en nuestros ríos y arroyos.
El estudio del oído de las truchas no solo amplía nuestra comprensión de la vida acuática, sino que también nos recuerda la importancia de preservar y cuidar nuestros ecosistemas acuáticos para el beneficio de todas las especies que dependen de ellos.
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